La traducción jurídica es traducir desde un idioma a otro
documentos de tipo legal. Pueden ser de carácter privado, escritos por
ejemplo, para reglar un negocio jurídico
entre personas, empresas, o bien ambos; o también públicos (textos oficiales
creados por la Administración o bien algún organismo público). En líneas
generales, precisa la traducción jurídica aquel texto creado por una persona vinculada al Derecho, como un
juez, un letrado, un funcionario público, un consultor legal o un abogado. También precisan la traducción de un traductor profesional jurídico un
sinnúmero de documentos financieros
que tienen una elevada cantidad de conceptos y terminología jurídica.